"Id,pues,vagabundos sin tregua,errad,funestos y malditos,a lo largo de los abismos y las playas,bajo el ojo cerrado de los paraísos".Paul Verlaine
lunes, 24 de diciembre de 2012
Me acercaba a ti por detrás de la lluvia,
de la lluvia que lentamente iba amainando,
por detrás de la lluvia en que su olvido
tenía aún la densidad de la tristeza
y sin embargo
las luciérnagas de tus ojos
abrían sus paraguas de luz contra la tarde
por momentos,
por momentos
melodías ebrias y difusas
se enredaban a tu lengua iluminada,
soles de junio henchían tus sombras,
tus sombras crecidas a lo lejos
de tibieza y de tactos imposibles.
Allí donde las tardes son gloriosas,
allí donde la muerte es tan extraña
que se exhibe con gran pompa en los museos
te entregabas a mí ya sin cautela,
tus labios húmedos de vodka y de carmín
tenían sabor a niña,y a burdel,
y ataste mi soledad a tus cabellos
Escribir un blog es enarbolar un anhelo parturiento con la palma nerviosa de tu mano.
Escribir un blog es llenar de huéspedes la casa olvidada de tu literatura,fundar un pequeño pueblo de cera.
Escribir un blog es el golpeo entremuros,desesperado y exahusto,de aquel a quien emparedaron por violar al íncubo.
Gracias a missdesastresnatuales,a Intemperancia verbal,a Jesús Alcalde y a tantos otros que liban de la oscuridad las horas desclavadas de la soledad y el ruido de sus cañerías.Mis eternos agradecimientos a todos los compañeros de viaje. Intemperancia verbal
Yo soy un actor secundario
que se siente muy débil
porque no come lo suficiente.
Estoy ahí sentado,
sentado en una silla amarilla;
el suelo es amarillo,
está hecho de hojas muertas.
He olvidado mi papel.
Algún pájaro ha escrito en mi silla
el nombre de un actor importante.
El público está formado por miles de pájaros muy cultos
y espera ver algo grande.
Yo he olvidado mi papel
y mi piel de actor está llena de hongos;
estar plagado de hongos
y no comprar un tubo de pomada en la farmacia
hace que me sienta como un salvaje.
Pienso en la película
«Sangre sabia» de John Huston.
Pensar es muy trabajoso,
pensar es muy trabajoso.
Se me ocurre una frase bonita:
«La primera letra de tu nombre
es la letra de una canción,
y tus ojos son la música de esa canción;
tú estás muy guapa cantando la canción,
ni siquiera necesitas mis aplausos.»
Quisiera que mi sangre fuera sabia.
Mi sangre, todos los veranos,
busca heridas para salir a tomar
el sol.
Entonces, cuando las encuentra,
se seca,
como se secan las hojas de los
árboles y de los libros.
Tengo 25 años.
Si te revelo
este secreto de calendario
es para que comprendas
que estoy doblando una curva
y que tú puedes estar después de la curva
haciendo auto-stop.
Soy un hombre puro y huraño,
pero no soy amigo de Dios.
Reconozco, sin embargo,
que me gustaría hacerme una foto con Él,
aunque sólo fuera para salir en el periódico
y dejarte boquiabierta a ti.
Mírame:
debería estar fundando un hogar
y quiero ser atracador de bancos.
Tápame con una manta
y rompe el termómetro:
tengo fiebre
y tengo frío.
Soy puro y soy huraño,
pero no soy amigo de Dios:
Sus barbas me parecen demasiado
blancas, como si hubieran robado
a la nieve toda su belleza sin
dejar nada a cambio;
Dios es un jugador de ventaja,
un jugador muy importante,
un jugador
imprevisible.
Dios castiga y perdona porque sí:
puede que me ame
más que a los que Le aman.
Alguien ha grabado en mi espalda una boca azul.
Una risa que se derrumba cae desde la boca azul.
Pagaré una fortuna a quien borre el tatuaje.
Hoy prefiero una boca roja de mujer prohibida.
Estoy lleno de tatuajes:
mis recuerdos son tatuajes,
hasta mi pasado es un tatuaje,
cada mano en la mía es un tatuaje.
Me aparto cuando alguien se
acerca a mí.
A veces quiero que se acerquen los
A veces quiero que mi madriguera esté
vacía
porque mi corazón está vacío:
yo la vacio personalmente todas las mañanas.
Yo ya no tengo esperanza,
yo ya soy desesperación.
Veo cómo llegan los borrachos;
me asusto y me oculto
entre las botellas vacías, entre
los bares y sus luces perdidas para siempre.
Que olviden, que olviden:
yo no olvido;
que perdonen, que perdonen:
yo no puedo perdonar
la muerte agria de mis días.
Tengo miedo:
todos los bomberos llevan chistera
en este planeta de locura.
Aquí nadie puede escribir la palabra «flor»
sin querer cortarla.
Estoy sentado
y soy un actor mediocre.
El público es un cielo
que llama a las nubes
para dejar de ser azul.
Miro. Aquella papelera vacía
corrompida por su tristeza
quiere hablar con alguien.
Centenares de papeles rotos
hablan con el suelo amarillo.
Soy
huraño. No soy puro.
No soy puro.
Odio.
Estoy harto de pasear entre ladridos,
de paseos entre ladridos
y semen en el pijama.
Confieso que soy
soledad sola.
Ella era una prostituta negra vestida con el peor de los gustos, era
grande como un hotel.
Reía con fuerza.
Yo no la había alquilado para que riera.
Ella estaba llena de salud.
Yo no estuve a su altura.
Me fui
humillado
con las manos en los bolsillos
fumando y jurando un poco
(quería parecer un héroe moderno):
cada esquina de la calle me dolía.
Las estrellas iluminan pero no ven;
su tragedia es dar luz y ser ciegas;
yo no sé si ilumino;
creo que a mi lado
todo se oscurece.
Espero que la noche que yo hago
sea una noche clara,
con una pareja de hogueras
y con un leopardo.
Estoy milagrosamente.
Estoy milagrosamente.
Estoy entre mis llagas.
Mi sangre no es sabia;
yo busco un manantial de sangre sabia:
ríos de sangre sabia
para regar mi cuerpo.
No creo en los ovnis:
he gastado mi fe
viviendo como una serpiente.
Mi pantalón es azul;
soy extraño y
siento desprecio;
me desprecio a mí mismo
cuando hablo tanto de mí,
porque yo desprecio a los que se desnudan.
Lucharé contra todos los que digan
lo que yo digo.
Mujeres
gratis, mujeres que se pagan con un beso.
Existen. Las he perseguido;
son estrellas fugaces
son faroles
son tímpanos
¡valen su peso en oro!
son lápices
son tigres
son las mujeres de los tigres
son sombras de agua
¿qué son?
porque yo soy sangre
martes, 11 de diciembre de 2012
Siempre estuve aquí,no he salido de la ciudad.Dije que me iba a Dublín,pero simplemente cambié de barrio.Viví encerrado los primeros días sin atreverme a salir por miedo a no encontrarme con algún conocido.Poco a poco descubrí que basta con que los demás piensen que no estás para que no te puedan ver,para que seas tan invisible a ellos como para el resto de personas que te cruzas en la calle.
La ventana triste de las tres de la madrugada, es la ventana del pobre, la ventana de esos conventillos de tres pisos, y que, de pronto, al iluminarse bruscamente, lanza su resplandor en la noche como un quejido de angustia, un llamado de socorro. Sin saber por qué se adivina, tras el súbito encendimiento, a un hombre que salta de la cama despavorido, a una madre que se inclina atormentada de sueño sobre una cuna; se adivina ese inesperado dolor de muelas que ha estallado en medio del sueño y que trastornará a un pobre diablo hasta el amanecer tras de las cortinas raídas de tanto usadas.
Ventana iluminada de las tres de la madrugada. Si se pudiera escribir todo lo que se oculta tras de tus vidrios biselados o rotos, se escribiría el más angustioso poema que conoce la humanidad. Inventores, rateros, poetas, jugadores, moribundos, triunfadores que no pueden dormir de alegría. Cada ventana iluminada en la noche crecida, es una historia que aún no se ha escrito.
quieren beber
pero el agua se les escurre por entre los dedos.
Quieren tener fuego sin combustible y sin humo.
Se encierran en jaulas de pájaros
para poder cantar como ruiseñores.
Creen en un mármol eterno, sin musgo,
y vuelven a grabar por las viejas huellas de las planchas de cobre.
Erigen máscaras de piedra en lugar de rostros.
Su río de cristal no corre.
Su mundo es una pirámide construida por Dios de una vez para
siempre (con ayuda de esclavos, claro).
Cada amanecer matan sus flechas la misma presa.
Pan es una palabra prohibida.
Apenas se hereda la sangre en una minoría selecta.
Pero bajo el peso de la gloria los elegidos no son felices
sino trágicos.
Algunos son expulsados del grupo
por el crimen de haber hecho el amor en el mar.
Otros matan por un guante, por una rosa perdida.
Aman a los caballos como una parte de sí mismos,
más vivos entre sus piernas que mujer alguna.
Y la mujer muere en medio de sus deberes,
ama de casa con cabeza de reina y ojos de estatua,
con el corazón escondido en un árbol, una piedra negra
que alguien encontrará después de su muerte.
El hombre vive en una torre y mira las estrellas
hasta que cae dormido al alba
cuando los herreros empiezan a martillear las nuevas rejas:
nuevas y sin embargo siempre las mismas,
clásicamente iguales.
Artur Lundkvist.
De Vida como hierba, 1954.
Recordaré yo estas habitaciones,
signos trasfigurados
o retratos irónicos,
cuando sólo sea posible
una discreta retirada
y lleguen las cartas con olor a ginebra,
a océanos distantes.
Porque sé,
una vez más,
que no he de recuperar la razón,
ni siquiera en esta ciudad
que se desvanece y tiembla,
borrosa,
igual que los puentes de hierro,
ciudad con niebla y lluvia
y hojas ensangrentadas por los bordes
de la memoria.
¿Qué película te gustaría ver?
¿Qué canción te gustaría oír?
Esta noche no tengo a nadie
A quien hacerle estas preguntas.
Me escribes desde una ciudad que odias
A las nueve y media de la noche.
Cierto, yo estaba bebiendo,
Mientras tú oías Bach y pensabas volar.
No creí que iba a recordarte
Ni creí que te acordarías de mí.
¿Por qué me escribiste esa carta?
Ya no podré ir solo al cine.
Es cierto que haremos el amor
Y lo haremos como me gusta a mí:
Todo un día de persianas cerradas
Hasta que tu cuerpo reemplace al sol.
Acuérdate que mi signo es Cáncer,
Pequeña Acuario, sauce llorón.
Leeremos libros de astrología
Para inventar nuevas supersticiones.
Me escribes que tendremos una casa
Aunque yo he perdido tantas casas.
Aunque tú piensas tanto en volar
Y yo con los amigos tomo demasiado.
Pero tú no vuelves de la ciudad que odias
Y estás con quién sabe qué malas compañías,
Mientras aquí hay tan pocas personas
A quien hacerles estas simples preguntas:
"¿Qué canción te gustaría oír,
Qué película te gustaría ver?
¿Y con quién te gustaría que soñáramos
Después de las nueve y media de la noche?
La lluvia nunca es igual porque nosotros ya no somos nosotros en la oscuridad.Aún continúa lloviendo y ya es noche cerrada,una lluvia lenta que bosteza,una lluvia que me vacía,una lluvia grotesca,cínica y cruel.Esta mañana,sin embargo,mientras marchabas,recuerdo una lluvia con vértigo,una lluvia que dolía en mi estómago,una lluvia irreal,como tu marcha,como tú alejándote de mi reino mientras mis almenas te gritaban.Más tarde,mientras caminaba hacia casa,toda la lluvia olía a derrota como un pueblo que,exterminado y vencido,ofrece su cuello reclamando clemencia.
Queda lejos aquella otra lluvia de tierna melancolía que ahogaba todos los relojes y se derramaba por los cristales al compás del sonido de tu pecho,al ritmo de un tiempo de amables gemidos que cantaban el himno del porvenir. Nunca es la misma lluvia. Ahora la escucho sobre el pequeño techo de cristal que hay en la entrada y sé que tú ya no estás,¡qué no estarás!,y toda la lluvia del mundo,la de esta noche,la de mañana,la lluvia asiática,austral o americana,es un sucio mar lleno de naúfragos que mueren de sed.
Tú leerás estas líneas en tu casa y quizás haga sol en tu país o quizás esté lloviendo afuera,los mapas son caprichosos,y un joven que te acompaña y te desea, comentará,entre sonrisas,toda la ternura y reflexión que le ofrece el sonido de la lluvia y su tamborileo de palillos mojados.Quizás estás sola y,mientras lees mis palabras,el recuerdo te traiga un poco de tristeza.
De mi primer amor y de la lluvia recuerdo un portal y un cálido olor a castañas asadas...Nunca es la misma lluvia...
martes, 27 de noviembre de 2012
Mira y verás que los muebles se desvanecen,
que un armario es tan insustancial como una puesta
de sol,
que puedo ver a través tuyo,del tejido de tus hojas,
la luz detrás de tus venas; ¿por qué sigues sollozando?
Los días se escurren entre los dedos de la luz como polvo
o como entre los de un niño de arena.¿Rompes a llorar
cuando miras las estrellas? Cuando miras el mar
¿No sientes colmada la razón? ¿piensas que tu sombra
puede ser tan larga como el desierto? Yo soy un niño,
escúchame,
no inventé a los ángeles.Es fácil
ser un ángel,hablar desde más allá de mis ocho años,
estar investido de más autoridad vestal,y saber,
porque ahora participo de una sabiduría,no de un silencio,
con los tiranos de la tierra,con el hombre que apila harapos
en el chirriante carro,y da la vuelta a la esquina
en una plaza al atardecer.Medís mi edad equivocadamente.
No soy joven ahora,ni viejo,soy parte del músculo de un león
al galope,o un ave volando bajo,sobre cañas oscuras...
Mi problema fue acaso
haber llegado demasiado pronto
a descubrir que nada
importa nada.
Si no, me habría esforzado
mucho más, habría puesto
más pasión en la vida,
en el arte, en el juego.
Sé que pude haber hecho
bastante más de lo que hice,
que pude haber vivido,
haber escrito, haber amado,
haber luchado y aprendido
bastante más.
Pero, por más que hubiera
aprovechado mis talentos
al céntimo y hubiese
ganado el mundo entero,
¿de qué me habría servido?
Mi problema fue siempre preguntarme
¿para qué?
lunes, 26 de noviembre de 2012
El colmo para un poetastro en tiempos de crisis,desahucios y deriva,es descubrir que un bloguero banquero (no es broma) te ha robado un poema de esos mediocres de antaño y el desvergonzado reescribe el verso que me nombra.Y también me cambia la región y la ciudad para ajustarlo a su identidad...inverosímil.Manda cojones con los banqueros...Bueno,al menos me he divertido bastante.Adjunto el enlace :
La resaca de todo lo vivido como un charco de culpa. Por pedirle a la vida más de lo que esta ofrece, este dolor es todo lo que tengo, este dolor es todo lo que yo puedo darte. Javier Rodríguez Marcos
La mesa de escritura se proyecta en la ciudad. El poema, el relato, la novela viven en la ciudad imaginaria que se extiende más allá de la mesa en este perturbador grabado de Escher.
Mi más efusiva enhorabuena a mi amigo,compañero,"aquel que conmigo va..." Francisco de Paula."De Paula",que en una noche de cerveza y literatura resultó ganador en la I Noche Literaria Icaro Incombustible con su texto e interpretación de "Poema Inempezado",justo reconocimiento que nos empuja y alienta para continuar atizando las palabras.
Poema inempezado
No lo entiendo. Si sé que nos hicimos monstruos el uno al otro, terribles bestias de calor empeñadas en empañar cualquier cristal que se nos acercara a menos de un gemido de distancia. No lo entiendo. Si una noche, borrachos como reyes, me cogiste de la mano para meterme en no sé qué edificio oficial y follar en el ángulo muerto de las cámaras de vigilancia. Y girabas la cabeza para mirarme. Y me llamabas hijo de puta. No lo entiendo. Si en cada caricia nos cavábamos con la misma rabia con la que cavan los vencidos delante de las escopetas, si nos mordíamos en un idioma diferente cada vez, si les sacamos los ojos a todos los huracanes que quisieron derribarnos… No lo entiendo. No entiendo que permitamos que lo poco que queda de aquello continúe arrastrándose y pidiéndonos carne. Perro enfermo, exhausto y ciego, que no tenemos el coraje de sacrificar.
De Paula
Otra luz y otra cama. Hoy te dispensas
extraña, dispuesta a balbucear
enredada y sumisa a otra estrella.
Febriles a tu matriz y muy densas
reptan diez culebras que oyes clamar
mientras ásperas circundan tu mella,
lamiendo el silencio de la victoria
que ha de verte morir y renacer
convulsa y con nombre de blasfema.
Otro hotel, sumas proezas a tu historia
de noche infecta. Aún no sabes qué hacer
si al despertar la aurora te quema
y apenas cierta y maquillada tensas
tus muecas en la paz que vio llorar
a alguien que te mira y te querella
tras vislumbrar tu imagen irrisoria;
" sucia metáfora en la que verter
el esputo de mi último poema ".
Le gustan las habitaciones sombrías,
el papel desconchado,
las grietas en el techo,
moscas en la almohada.
Si te da por echarte
no te extrañes,
no te importará que las sábanas estén sucias
ni el arañazo de los muelles oxidados
mientras intentas ponerte cómodo.
La habitación es un cine a oscuras
en el que ponen una envejecida
película en blanco y negro.
Un maraña de cuerpos desnudos
en el momento de dulce indolencia
que sigue al sexo,
cuando incluso el más vil de los corazones
tiene la certeza
de que la felicidad puede durar para siempre.
UNMADE BEDS
They like shady rooms,
peeling wallpaper,
cracks on the ceiling,
Flies on the pillow.
If you are tempted to lie down,
Don’t be surprised,
You won’t mind the dirty sheets,
The rasp of rusty springs
As you make yourself comfy.
The room is darkened movie theater
Where a grainy,
Black-and-white film is being shown.
A blur of disrobed bodies
In the moment of sweet indolence
That follows lovemaking,
When the meanest of hearts
Comes to believe
Happiness can last forever.
El Video es muy emotivo,increíbles los ojos acuosos del hombre mayor que parecen haber destilado toda la tristeza y la dureza de la vida...la espontaneidad de las lágrimas,sus manos nudosas y fuertes,la ternura con la que la pareja de Townes estrecha al hombre.Pero sobre todo su rostro,superviviente,curtido,resquebrajado por la canción de Townes...
ADJUNTO TRADUCCIÓN DE LA LETRA.
ESPERANDO A LA MUERTE.
A veces no sé adónde me lleva
esta sucia carretera,
a veces no soy capaz
de verle sentido alguno…
Imagino que seguir apostando,
empinando el codo y dando rulos por ahí,
es más fácil que limitarme a esperar
que la muerte me alcance.
Amigos míos, hace tiempo tuve una madre,
tuve incluso un padre…
Una vez, él la golpeó con el cinturón porque ella lloraba;
ella le pidió que se ocupara de mí
y después se fue, se marchó camino de Tenesee…
Para ella fue más fácil hacer eso
que limitarse a esperar que la muerte la alcanzara.
Pasó el tiempo, me hice mayor,
y un día, en un bar de Tuscaloosa,
me topé con una chavala que me engañó con astucia
y me lo quitó todo…
Yo intenté calmar el dolor,
pillé algo de vino, salté a bordo de un tren…
Supongo que aquello me pareció más fácil
que limitarme a esperar que la muerte me alcanzara.
Otra vez un amigo me dijo
que sabía dónde conseguir algo de dinero fácil;
le dimos el palo a un tipo y salimos de allí volando…
Pero la pasma cayó sobre mí
y me llevó de vuelta a Muskogee.
Durante dos años no hecho otra cosa que esperar,
que esperar sentado a que la muerte me alcanzara.
Pero ya he salido de la cárcel,
y por fin he dado con un amigo;
él no bebe, ni roba, ni engaña, ni miente…
Su nombre es Codeína
y es lo mejor que he visto jamás.
Los dos juntos vamos a esperar,
juntos vamos a sentarnos a esperar
que la muerte nos alcance.
FIN
Este vídeo es un fragmento del documental “Heartworn Highway”, aunque también forma parte del metraje del muy recomendable “Be here to love me” (este último otro docu centrado exclusivamente en la figura del cantautor tejano).
martes, 30 de octubre de 2012
Porque el tiempo, ese lobo,
murió entre nuestros brazos
-y entre copas y rubias,
entre versos y bares-
sin saber si teníamos
un destino más alto.
Nos queda poco tiempo
para alcanzar la fama,
para crear leyendas
y atontar a las niñas
con frases misteriosas
y gestos de canalla.
Esta fiesta se acaba.
La luz viene muy fría.
¿No ves al enemigo?
Volvamos a casa:
nos guiñan ya las gordas
y los viejos maricas.
(Felipe Benítez Reyes)
Con F.de Paula,hará cosa de 10 años o más,la primera foto.5 o 6 años la segunda,aburridos en medio de un recital.Desde entonces,extraña es la tarde en la que no estamos juntos discutiendo de literatura,política,historia,mujeres,banalidades.
Comienzo en tu pronombre a diluir las formas de los caínes que inseminaron tu piel. Arranco el dolor en todos tus burdeles y es mía la urgencia de la clientela que trafica copas en la barra de espera. Arrugo los bocetos de tus noches sin más luz que la sombra del cuerpo de una bestia y pliego tu falda hasta la cintura para que dances sin ropa y desteñida sobre los versos que te inventan en mi mesa. Escancio los tinteros con tus flujos que impregnan de sal mi mano derecha, y si conjugar tu carne supiera, sin los malditos caínes que en ti fueron, entonces,tal vez, olería a ti este poema.
Acaso un quiebro,
un giro o golpe de dados
despiste,momentáneo,
al chulo que la aferra del brazo,
y ella,
la gran puta en la subasta
te ofrezca,mentirosa,
una mueca de tregua.
Aquí, al volver el sol, han confluido mi sangre con tu sangre de noviembre: verde seco es vasija de otro verde seco que abarca toda la costumbre de renacer -cenizas son los días diecinueve y cada noche en que Saturno manda en las estrellas- No hay lugar para ti y para mí juntos en esta ciudad rota en la que somos tú y yo, no lo mejor de cada uno sino tú y yo. No hay sitio. Hay una esquina que, aunque lugar de citas imposibles, es el único punto que nos queda para que la belleza del encuentro y el dolor consecuente a la belleza dignifiquen al menos nuestra ausencia. Aníbal NúñezNoviembre, 1974
Cuando somos niños, el infierno es nada más que el nombre del diablo puesto en la boca de nuestros padres. Después, esa noción se complica, y entonces nos revolcamos en el lecho, en las interminables noches de la adolescencia, tratando de apagar las llamas que nos queman: ¡las llamas de la imaginación! Más tarde, cuando ya no nos miramos en los espejos porque nuestras caras empiezan a parecerse a la del diablo, la noción del infierno se resuelve en un temor intelectual, de manera que para escapar a tanta angustia nos ponemos a describirlo. Ya en la vejez, el infierno se encuentra tan a mano que lo aceptamos como un mal necesario y hasta dejamos ver nuestra ansiedad por sufrirlo. Más tarde aún (y ahora sí estamos en sus llamas), mientras nos quemamos, empezamos a entrever que acaso podríamos aclimatarnos. Pasados mil años, un diablo nos pregunta con cara de circunstancia si sufrimos todavía. Le contestamos que la parte de rutina es mucho mayor que la parte de sufrimiento. Por fin llega el día en que podríamos abandonar el infierno, pero enérgicamente rechazamos tal ofrecimiento, pues, ¿quién renuncia a una querida costumbre?
mancillar la oscuridad de tus muslos con violencia,
y olvidar el desperdicio de mi vida
entre sillas,portales sucios y volcados cubos de basura.
Ojalá cayese la última bomba
mientras con el consuelo de una borrachera
observo las aristas fijas de mi ventana.
Ojalá cayese la última bomba
mientras fumo arropado en la cama
y tú, otra vez,me apuñalas por la espalda.
II
(Nec Espe)
No quiero más preguntas ni respuestas.
Todo está varado y créeme
que será mejor así.
No quiero claves insignificantes,
puedo inventármelo todo
y no asomar mis narices
en las cartas que preparas en la mesa.
Sé desocupar mi cuerpo y tragármelo entero,
estar en cien sitios a la vez
y fingir,ufano,que me encuentro en todos
ellos construyendo millones de casas
o,tal vez, telas de araña más reales
que todos los puentes que he cruzado.
Puedo parecer un poeta-burgués
y ser dueño, con versos y sin dinero,
de todo lo que nunca tuve
y aún sin tenerlo sabría inventarme
universos paralelos más cuerdos
que todas las barajas y partidas
donde depositar la vida es posible.
Puedo juzgarte en mi silla
sin más ley que mi gramática,
destrozar con mis manos
la fría álgebra de tus emociones
y hacer enfermar la semántica
del lenguaje que en mí aprendiste.
Porque mi sintaxis te creó;
"nombre inexacto de las cosas"
tengo la capacidad de destruirte.
Duerme. Recuerda que los bufones
tenemos todo el tiempo y la paciencia
necesaria que hace fuertes a los esclavos.
Acabo de terminar la serie de Wallander
interpretado por Kenneth Branagh.Kenneth (actor por el que siento
predilección) está soberbio,sin sobresaltos,contenido,magnético...La
serie es lenta,pura poesía que se detiene,perpleja,en su propio
ensimismamiento,suave y fría,ronca como un cello que despereza sus
cuerdas heladas.Y la música que la acompaña,como este tema,es de una
calidez melancólica e inasible.
Tu
represión de niña emancipada te hace empuñar con asco amortiguado
la boquilla del rubio que apresuras en consumir para quemar el
tiempo de la espera -la pantera se aburre en el acecho a
cuestas con su espléndido pelaje- para llenar las tardes de volutas
como tejía Penélope la ausencia de su hombre el mal presagio
SINTIENDO ESE PLACER DEL HUMO EMBRIAGADOR QUE ACABA POR PRENDER LA
LLAMA ARDIENTE DEL AMOR para acabar volviendo con una arruga
más en el anzuelo a tu tiniebla íntima -te agarras a la almohada-
superpoblada de hojas amarillas (nadie viene a quemarlas a incendiar
el cuarto de los trastes abrumado de irremediables juanas de arco
a edulcorar tus ganas de salirte de madre de que salten las
lunas del asediante armario)
y no divisas moscas -como último recurso- dispuestas a quedar
presas de patas en la miel cenagosa de tu rimmel.
Uno de mis poemas preferidos de Javier
Egea.Utilizando escenas y retórica muy cercanas a la novela y cine
negro;pensiones,pasillos,periódicos,borrachos,etc... elabora un gran poema en el que realmente nos está contando el momento en el que perdió la virginidad.
19 de mayo
Existe una razón para volver. 6 de la madrugada de la calle Lucena donde los basureros y el sereno tenían su eterna cita con
el café con leche y el aguardiente seco, adonde los borrachos concluían la noche soñolienta del vino repetido.
19 de mayo. Pensión Fátima en donde la pregunta del abrazo desnudo supo al fin el porqué de tanta lucha, la clave del sudor sobre las sábanas, y la virginidad redonda, amanecida, reconoció la llave de su casa madura, con una verde mano le puso rumbo exacto y la llevó a su centro y siempre siempre siempre nació allí la tormenta del esperado amor como un racimo.
¿Quién hubiera pensado que la 3ª planta, la habitación oscura, el urinario sucio, las hojas del diario clavado en la pared y la maceta artificial, el plástico de las flores chillonas, iban a ser testigos de aquel incandescente poderío, de tanta luz sin freno, de aquella tempestad acribillada?
Después de tantos pájaros persiste en los teléfonos del aire, en alta mar aún vive y es el regreso un tramo de la vida. Existe una razón para volver a la ciudad del gozo, a la pequeña aldea de la pensión barata y las comadres raídas en la esquina.
Existe una razón para aquella manzana de casas apagadas, para una turbia calle que fue la geografía de mi primer amor, el mapa donde tuvo mi gran pasión su cuna.
Cuando yo estaba loco por ella compraba todos sus pintarrajos -a tocateja: nunca quiso admitir otra forma de pago- la llevaba a restaurantes caros al teatro y al cine
hice esplender su cuerpo de alhajas y de flores y con el frenesí de un amante maduro le añadí para colmo un idilio de verano en la Riviera
En cambio tú, Luke, te ahorcaste a fin de que ella viese la lengua azul que le sacabas cuando te descubriera.
Te miras en el espejo retrovisor, te oyes
respirar, escuchas tu voz, una voz que habla, hace calor, estás vivo. Y
estar vivo en las postrimerías de este siglo, un hombre de clase media
en una capital de Occidente, es estar a la deriva. Te demoras, todos
siempre se demoran, propulsados por el remordimiento. Dicen: 'Cómo pasó
el tiempo'. Quieren decir: 'No sé qué le pasó al tiempo'.
viernes, 7 de septiembre de 2012
Los
políticos son como las ratas,nuestro bienestar depende de su capacidad
para devorar o transformar la mierda pero a nadie le gusta cruzárselas
por la calle.Lo más lamentable es que incluso las ratas hacen mejor su
trabajo pues no dejan tanta basura flotando por el aire.
Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.
Somos como son los que se aman. Al desnudarnos descubrimos dos monstruosos desconocidos que se estrechan a tientas, cicatrices con que el rencoroso deseo señala a los que sin descanso se aman: el tedio, la sospecha que invencible nos ata en su red, como en la falta dos dioses adúlteros. Enamorados como dos locos,
dos astros sanguinarios, dos dinastías que hambrientas se disputan un reino, queremos ser justicia, nos acechamos feroces, nos engañamos, nos inferimos las viles injurias con que el cielo afrenta a los que se aman. Sólo para que mil veces nos incendie el abrazo que en el mundo son los que se aman mil veces morimos cada día.
AMANTES II
Desnudos afrentamos el cuerpo como dos ángeles equivocados, como dos soles rojos en un bosque oscuro, como dos vampiros al alzarse el día, labios que buscan la joya del instante entre dos muslos, boca que busca la boca, estatuas erguidas que en la piedra inventan el beso sólo para que un relámpago de sangres juntas cruce la invencible muerte que nos llama. De pie como perezosos árboles en el estío, sentados como dioses ebrios para que me abrasen en el polvo tus dos astros, tendidos como guerreros de dos patrias que el alba separa, en tu cuerpo soy el incendio del ser.
Jorge Gaitán Durán
martes, 28 de agosto de 2012
RESISTENCIA PASIVA
Esa señal sinóptica de semen que en absoluto ostentas en tu mano más hábil, me sitúa frente a un recuerdo que tampoco
tengo de ti, probablemente porque he perdido la facultad de ver que te desnudas antes de que lo hagas
y no me basta ya haber dejado de ser joven para entender que de algún modo la vida exige siempre empezar a vivirla.
que sean nuestras sábanas las túnicas
de sócrates platón y de aristóteles
sobre ellas no habrá dudas ni preguntas
tan sólo realidad sin ideales
yo sólo sé que lo sé todo si follamos
las togas de agustín de hipona pueden
servirnos como colcha
si arrecia el frío y nos carcome el miedo
de que cada uno de nosotros seamos dos
y estemos por entero en cada uno de ellos
con los vidrios con los que fabricaba
spinoza sus lentes para ver
a dios en todas partes nos haremos
un espejo que copie solamente
dos cuerpos en batalla destruyéndose
con la alegría de quien sabe que es así
como nacen los universos
la peluca de kant será una esponja
con la que voy a enjabonarte
todas y cada una de tus categorías
con la navaja de okham
quiero afeitarte el coño
para después tender a la abstracción
comerte el coño
y el látigo de aquel vulgar cochero
que apalizó a un caballo hasta matarlo
e hizo llorar a nietzsche el superhombre
hazlo sonar sobre mi espalda
cuando me vengan dudas o aprensiones
necios deseos sobre lo futuro
ganas de compartir el alquiler
ir al cine contigo y esas cosas
el brazalete nazi de heidegger
nos sirva de mordaza si entra el miedo
a conquistar los seres sin ahí
en que querremos transformar el uno al otro
Calculaste al detalle cada paso,
sutil, desde hace siglos. Finalmente
tu esposo está de viaje y tus pequeñas
se fueron a dormir con sus abuelos.
Así que ahora estás sola y con euforia
te has vuelto a maquillar y te has vestido
de negro riguroso y perfumado
tu mínima porción de lencería. Estás temblando, te dices, pero nada te hará volver atrás. Miras tu imagen alzada en los tacones, desafiante. Tú y la noche son jóvenes y hermosas como una tempestad que se aproxima.
De todos los túneles, el de la noche es el más misterioso, nunca sabemos
en qué aurora nos dejará, de qué país, ni siquiera si acertaremos a
salir de él.
La noche los guarda entre las páginas negras de su libro, como quien guarda vestigios de todo lo que fue, de las vidas otras.
Bien podría comprar esas bragas que anuncia o tratar de encontrarla a través de su agencia, pero no, nada de eso, tuve que enamorarme como un niño de su imán y diariamente mirarla de reojo por las calles más céntricas.
Últimamente pienso que si cambia la chica de las vallas que nos venden su sonrisa no haré por encontrarla a través de su agencia:
Sé que en algún lugar entre las nubes he de hallar mi destino; no odio a quienes son mis enemigos, no amo a quienes debo defender; mi país es Kiltartan Cross, mis paisanos los pobres de Kiltartan, ningún posible fin ha de quitarles nada o hacerles más felices de lo que eran. Ni leyes ni deberes me ordenaron luchar, ni estadistas ni masas entusiastas, un solitario impulso de deleite me empujó a este tumulto entre las nubes; todo lo sopesé, de todo hice memoria, los años por venir me parecieron vano aliento, vano aliento los años transcurridos en igualdad con esta vida y esta muerte.
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I know that I shall meet my fate
Somewhere among the clouds above;
Those that I fight I do not hate,
Those that I guard I do not love;
My country is Kiltartan Cross,
My countrymen Kiltartan’s poor,
No likely end could bring them loss
Or leave them happier than before.
Nor law, nor duty bade me fight,
Nor public men, nor cheering crowds,
A lonely impulse of delight
Drove to this tumult in the clouds;
I balanced all, brought all to mind,
The years to come seemed waste of breath,
A waste of breath the years behind
In balance with this life, this death.
WILLIAM BUTLER YEATS
Quiero que las tijeras estén afiladas
y la mesa perfectamente
nivelada
cuando me recortes de mi vida
y me pegues en ese libro que
siempre llevas contigo.
La palabra Toledo sabe a piedra, a memoria milenaria, a judío tenaz, a fantasma.
Vista la ciudad se comprende que no existe, que no ha existido nunca, que todo es el sueño de un profeta loco, de un emisario del otro mundo que olvidó el camino de regreso.
En las torres de Toledo descansan los guerreros del año mil doscientos, los que fueron a buscar el Santo Grial, y quedaron inmóviles ante las murallas de Jerusalén hasta que el Río los trajo a las almenas de Toledo.
Dentro de estos muros hay viejos peces de piedra, y hay enigmas que nadie quiere escuchar, y antiquísimo llanto petrificado, y plegarias que en lugar de ir al cielo caen como imprecaciones en las rodillas del diablo.
En el silencio de la noche Toledo sirve de reposo a aquellos muertos que no pueden dormir, a los ángeles arrojados incesantemente del Paraíso, a los seres que no han sido perdonados por Dios, y vivirán invisibles para siempre en las callejuelas más tristes de Toledo.
Yo he visto todo eso: yo, ciego, he visto más: la alondra saboreando el amargor del incienso, la borla caída de un sepulcro gótico, el cirio rojo en la tumba del cardenal, la mariposa comunicando un secreto a San Cristóbal, la osamenta de un rabino escondida bajo la armadura del Conde de Orgaz.
Yo, ciego, he visto; pero debo callar, porque la muerte me hace señas de guardar silencio, y dentro de mí tiemblan mis huesos, y de pronto comprendo por qué allí, en las afueras de Toledo, ofrecen su signo a la inocencia de los hombres las rojas amapolas.